Hace ya dos años que dejamos esta ciudad y aquí estamos otra vez Carlos y yo.
Da gusto volver por aquí y que todo te resulte tan familiar, las calles, los comercios, el tiempo! y pasear como si viviésemos aquí de toda la vida...
Este año estaremos haciendo de nuevo un curso de inglés, solo que este año sólo 3 semanas. La idea era que Carlos cogiera soltura para las oposiciones de inglés del año que viene, y como no, que yo me siguiera animando a perder esa vergüenza a la hora de hablar inglés. Pero las circunstancias de nuestro viaje cambiaron el día 23 de julio, cuando recibimos la gran noticia de que Carlos había sacado plaza de maestro, después de unas inesperadas oposiciones este verano.
Así que las circunstancias para mí no han cambiado, pero para él, ya no se trata de coger soltura como opositor, sino para poder responder a las expectativas de su trabajo y dar lo mejor de él para sus futuros alumnos del García Lorca.
Hemos llegado hoy a las 10:30 a Dublín, hemos cogido nuestras maletas, nos hemos montado en el autobús, hemos dejado los bártulos y, ¡a darnos un paseo y comprar las cuatro cosas necesarias, y como no, como hice el año pasado, me he ido al Carrol's ha compararme una taza para desayunar, ¿a qué es bonita? ^^
No sé... quizá este año el blog vaya algo relacionado también con cultura gastronómica... y seguiré poniendo las fotos de mi paso por esta maravillosa ciudad a la que echaba tanto de menos.
Este curso para mí ha sido un poco duro, no acostumbrada a trabajar todos los días, madrugones a las 6:20 todos los días, dos trenes y un bus para llegar al trabajo, unas compañeras mohinas y un poco desagradables... parece que siempre que tengo un año malo, aquí está Dublín para darme fuerzas y ánimos, pues, a pesar de que el tiempo es un poco lluvioso, es una ciudad llena de encanto, gente familiar, bares, tiendas, el sonido de las gaviotas, los parques...
Me alegra verte de nuevo Dublín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario