Este fin de semana se nos hizo imposible salir. El viernes me encontraba con dolor de cabeza y el sábado, cuando nos ibamos a ir, llovía de tal manera, que dos segundos en la calle bastaban para estar empapados. Así que decidimos que el domingo pordiamos salir un rato por Temple Bar.
Fuimos al Temple Bar, con suerte nos logramos colar hasta la primera fila y nos conseguimos sentar en unos taburetes. Nos tomamos una sidra mientras veiamos un auténtico concierto. Una noche bastante animada :)
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